Te lo aseguro; es algo que me encanta, me enloquece y me transforma. Desde el mismo momento en que abro la puerta para entrar, me invade por completo. Y entonces siento una necesidad irrefrenable de percibirlo con más y más intensidad, con más y más asiduidad, con una fuerza que recuerda a la más conocida aportación de Newton a la humanidad. En cada ocasión en que me acerco a una librería y lo percibo, todas las partículas de mi cuerpo y de mi espíritu son colmados por ese intenso y embriagador aroma de papel.
enero 26, 2020
Grande. Bien distribuida. Espaciosa. Perfectamente organizada, así es la Librería Lua. Una agradable sorpresa la Librería Universitaria Alcarria. Salí del Hospital Universitario de Guadalajara con algo de tiempo y, tras consultar con el Señor Google, me dirigí al centro mismo de la ciudad. Desde lejos ya se atisba su aire […]