Estoy. Me he tomado unos largos meses sin aparecer por acá; he dedicado todo mi tiempo, el que puedo prestar a esta pasión de la escritura, a la creación de mi nueva novela. Han sido casi dos años para plantearla, para documentarme y para escribirla. A esto hay que añadirle casi otro año más para pre-lecturas y revisiones varias.
Aún no puedo desvelar ni el título siquiera, pero sí me gustaría adelantar que se trata de una trepidante historia de superación personal de una gran mujer a la que la vida le da varios giros de 180º. Ya os contaré.
Lo que sí me quería es haceros partícipes de mis primeras impresiones acerca del día después de dar por terminada la obra. Allá voy:
Mi primera intención, tan buena como loable e ingenua a la vez, fue presentarme al Premio Planeta… ¡nada menos! No llegué para hacerlo al del 2023 por una cuestión de tiempo; nada habría cambiado, nada habría sido diferente. Por el contrario, sí presenté la obra al Premio Primavera; y lo hice con una maleta cargada de ilusión, con una dosis de la expectativa de ser el ganador o al menos formar parte del grupo de elegidos para publicarla por parte de la editorial. Y ahí me topé con la cruda realidad.
Mis preguntas en alto: ¿en realidad la mejor novela de las… ¡1129! novelas presentadas al Planeta es la una periodista de televisión que ya está instalada “en la cresta de la ola” dentro de su profesión? ¿Justamente la hija de un grandísimo periodista, que se podría suponer que ha tenido el camino del éxito allanado en su profesión (no digo que no merezca la gloria periodística, pero probablemente ha tenido menos escalones que subir que un mortal cualquiera), es la mejor opción para el galardón? ¿Cuánto dinero gana en su profesión como para necesitar el millón de euros del premio? No puedo dar mi opinión acerca de la novela porque no la he leído (y no pienso hacerlo), pero las críticas no pueden ser peores. Un botón:
‘Las hijas de la criada’: el fallido folletín de Sonsoles Ónega y la autoinmolación del Premio Planeta.
¿Es “Loor” la mejor novela de las 1361 presentadas en 2024 para haberle otorgado el Premio Primavera al presentador de televisión Luis García-Rey?
¿Es “Operación Kazan” la mejor novela de las más de 1428 presentadas en 2022 para haberle otorgado el Premio Primavera al también periodista de éxito en televisión Vicente Vallés? De esta sí puedo hablar. Esta si la he leído; y tengo que decir que la trama, aunque un poco enrevesada y extendida artificialmente a mi modo de ver, resulta atractiva y envolvente; tiene gracia y parece estar bastante bien documentada. De la calidad de la escritura… en fin… no soy un experto; esto es como los vinos que no hay más o menos maestros para hacer un dictamen: un vino o te gusta o no te gusta. La pluma de Vicente me parece muy distante a las de las más finas que yo haya disfrutado. En resumen: es una buena novela, sin más, que jamás debería ganar premio alguno; insisto en que es una opinión.
Todo esto me lleva a las reflexiones que todos nos hemos hecho y nos hacemos:
- ¿Es posible que el jurado o sus ayudantes lean más de 1300 novelas en tan solo unos meses desde el cierre del concurso hasta el fallo?
- ¿Es honesto darle, casi siempre, el premio a gente famosa por encima de las ilusiones y, sobre todo, de la calidad, del resto de autores con sus obras?
- ¿Dónde hemos dejado la igualdad de oportunidades, cuando la exitosa y, supongo, acomodada hija de un prestigioso y, supongo, acomodado periodista gana un premio al que optan más de un millar de personas con sus talentos y sus, supongo, menos acomodadas vidas?
Este punto me lleva a la comparación de aquel que ha nacido en una familia bien, que ha optado a una carrera, tres masters y ha vivido dos años en USA y tiene más probabilidad de éxito en la vida que el que ha nacido en una familia sin capacidad y se ha tenido que conformar con el bachillerato obligatorio y a lo más, con un módulo superior. ¿Qué hacemos los autores noveles cuando vemos este panorama y cuando intentamos hablar con las editoriales (en esas estoy ahora y ya os contaré) para que estudien tu obra?; el horizonte es desolador.