La Lumbre. Como leer en casa.
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Salí de la entrega de premios del certamen de relatos “cuarto y mitad”, organizado por la Biblioteca Vargas Llosa en colaboración con el mercado de Barceló, en Madrid. Quería ir con tiempo a la librería porque, aparte de brujulear en sus estanterías, me apetecía tomar un buen rioja, como así hice; lo que no sabía es que alguien me invitaría.
Parafraseando a los inefables “Los del Río”, Malasaña tiene un sabor especial; según me acercaba a la librería, sentía como el ADN de este barrio comenzaba a correr por mis venas por momentos. Cafés, bares, restaurantes, garitos… la oferta es enorme, inabordable. También comenzaba a sentir, en la distancia, el ambiente que había dentro de la librería.
El interior es, si me permites la expresión, 100% malasañero: techos altos y paredes a medio hacer, que completan un paisaje entre industrial y posmoderno. Cientos de títulos, decenas de botellas de vino. Mesas para leer o tomar un café y un acogedor sótano dónde llevar a cabo pequeños eventos y presentaciones.
Quise percibir, sin indagar mucho, que había multitud de títulos antiguos y de libros antiguos -aunque me topé con todas las novedades aquí y allá-, lo que le daba un cierto aire a librería de segunda mano, sin serlo.
Según me contaron las personas que estaban al cargo del local, es posible conseguir cualquier obra por encargo, si es que no es posible encontrar lo que buscaba. También me explicaron cómo podría realizar en el local la presentación de mi próximo libro -con el modelo de alquiler del espacio de abajo e incluso la zona de la planta calle- e incluso dejarlo en depósito para su venta. Y de nuevo, como me había ocurrido en
La Lumbre, días atrás, tuve la suerte de coincidir con la presentación de un nuevo libro, que se produciría de inmediato y a la que me quedé encantado, por supuesto. Llevé mis pasos hacia la escalera y me encontré con un espacio para la tertulia o cóctel y otro, regado de sillas, para el evento, ambos tan curiosos como funcionales.
La obra resultó ser
Cachito, cachito mío, un ensayo de Miguel Ángel Ordoñez,
@maordonezanula, en el que ha recopilado trocitos de anécdotas, pedazos de curiosidades, fragmentos de objetos, y cachitos de recuerdos de los más diversos personajes de otras épocas, contados con toda inteligencia y perspicacia. Desde el primer minuto supe para quien debería estar destinado el libro, que no engrosaría mi biblioteca, como siempre sucede en mis paradas con aromas de sabor; nunca he conocido a alguien que le fascinen tanto las historias de la historia.
Adquirí la obra y conseguí la dedicatoria del autor para Okee.
Pásate por su web pinchando aquí:
Tipos Infames, si quieres saber más acerca de esta maravilla. Y si te apetece descubrir las librerías que visito y sobre las que comento, puedes visitar mi sección
Con Aromas de Papel
2 Comments
Hola, pues yo ese día también asistí a la entrega de premios de Cuarto y Mitad(por cierto fui la ganadora) y después junto a mi querido amigo Agustín García Aguado(que se llevó el tercer premio) acudimos a tomar una cerveza a Tipos Infames para poner el broche de oro a tan agradable tarde. Lo que son las casualidades en este inmenso y a la vez tan cercano Madrid. Un saludo.
Hola Silvia. ¡Qué bueno!
¡Enhorabuena! Recuerdo a uno de los ganadores cuyo relato acababa convirtiendo en cuarto y mitad de carne picada a un maltratador, ¿correcto?
Me alegro de haberte conocido en persona!!!!!
Un beso.