Ha sido un auténtico placer pasear por las calles de la Feria del Libro de Madrid y verlas, al
menos por momentos, completamente abarrotadas de personas de todas las edades, de casi
todas las condiciones sociales, de algunas razas, de unas pocas religiones y de ambos géneros,
todas ellas ávidas de nuevas experiencias literarias, de aventuras y caracteres, de sensaciones
y momentos, de vivencias y emociones.
Los números de la 78ª edición nos dan, a los que de una u otra manera vivimos la esencia de
los libros y lo que ellos contienen, un importante impulso renovador. Los más de medio millón
de ejemplares vendidos, por no entrar en el importe de recaudación, me hacen pensar que,
por momentos, las acechantes garras de la piratería digital lo tienen un poco más difícil, frente
al placer de adquirir y disfrutar de un buen libro, independientemente del formato elegido por
los lectores.
Yo creo que este repunte de las cifras tiene mucho que ver con varios factores, además del
puramente aleatorio del buen tiempo que nos respetó durante todos los días del evento: Por
un lado, la mejoría de la situación económica general, que ha provocado el aumento de las
cifras de gasto en literatura en más de un 50% este año y que se ha visto reflejado de la misma
manera en la Feria. Por otro lado, la lucha general contra la piratería, aunque ésta aún sigue siendo
posible y bastante sencilla por supuesto, ha puesto en la conciencia de los ciudadanos el
menoscabo de los derechos de las personas que se ganan el pan con sus creaciones artísticas.
Y finalmente, la creciente diversidad de la oferta literaria hace que todos los colectivos sociales
se vean reflejados tanto en los gustos como en las formas de vida y de divertimento.
Para mí, desde mi posición de escribiente novel, ver lo que vi, experimentar lo que
experimenté y leer los resultados a los que he podido tener acceso, suponen un empujón
anímico de una gran dimensión que me ayuda a seguir con mi proyecto actual con mayor
ahínco e ilusión, si eso es posible.
Por último, me interesa el dato de la gran afluencia de jóvenes, el dato de casi la mitad de
autoras presentes en la Feria y el dato de la mayoría de visitantes mujeres en esta edición de la
misma.